Pregúntele a un grupo de cristianos qué piensan sobre la pobreza, el tráfico sexual o la crisis de los huérfanos, y probablemente obtendrá una respuesta bastante rápida. Pero pregúntele al mismo grupo sobre el matrimonio homosexual o el aborto, y lo más probable es que se enfrente a muchas dudas nerviosas o respuestas confusas. En este día en que los problemas sociales están creando claras líneas divisorias en la sociedad, la neutralidad moral y política no es una opción para quienes creen en el evangelio. Simplemente no es suficiente concentrarse solo en aquellos temas que nos resultan más cómodos y menos costosos. Únase a David Platt mientras nos invita a fijar nuestra mirada en la santidad, la bondad, el amor, la verdad, la justicia, la autoridad y la misericordia de Dios reveladas en el evangelio y a vivir con convicción, valor y compasión en medio de una cultura que cada día se aleja más de la verdad.